Ante el éxito rotundo del espacio "Finas y monas" del señor Maeglin,
y ante la espera de la consecuente respuesta por parte del ejército "maromero" comandado por la señorita Andrómaca, apoyado por la inefable Cristina -que no se anima a hacerse una mierdecilla de blog-, y secundado por la señorita Metalia, me veo en la obligación moral; responsable ante Dios y ante la Historia -jajaja- de crear esta nueva entrada.
Mi versión del "Finas y monas", si han seguido las evoluciones de este humilde blog, está denominada como "She was made in heaven", en claro y sentido homenaje a la preciosa canción de los Dire Straits, "Expresso Love".
La señorita de la que me voy a ocupar no necesita presentación, pasó a mejor vida hace ya mucho tiempo, pero el recuerdo de su clase, su estilo, su natural belleza y encanto, todavía siguen siendo hoy motivos de admiración. Se trata, ni más ni menos, que de la sin par Audrey Hepburn.
Actriz magnífica, como quedó constatado en innumerables films del estilo de "Charada", "Sabrina", "Vacaciones en Roma", "Desayuno con diamantes" y otros tantos más; pero, aparte de todo ello, mujer comprometida socialmente, y una auténtica "princesa" de cuento de hadas.
A esto, señoras y caballeros, se le llama tener clase.
Por toneladas.