sábado, 27 de junio de 2009

El rey del Pop




Creo que se trata de una entrada obligada en estos días.

Ha muerto Michael Jackson, uno de esos señores que pasan por la vida de uno rellenándola de temas señeros y recuerdos imborrables.

Aún recuerdo aquel verano del 89 en el que no paraba de escuchar el Smooth Criminal.

Simplemente por ello, el señor Jackson, más allá de su controvertida vida privada, merece un homenaje en este espacio.

Descanse en paz.

Aquí les dejo mi tema favorito de este señor, que últimamente escucho con muchísima asiduidad. Temazo del mítico Thriller, con el señor Van Halen a la guitarra.

Ahí es nada.

lunes, 22 de junio de 2009

Estos muchachos tienen talento

¿Quién era el que decía que los ingenieros somos unos fríos seres calculadores y sin capacidad creativa?.

Estos muchachos hacen todo un dispendio de saber hacer, humor, y enumeración de verdades como puños. Jajaja.

Disfruten:



PD: ¡Todo es posible, si es integrable, hazte Industriaaaaaaaallllll!. Jajajajaja.

sábado, 20 de junio de 2009

Una de rarezas

La señorita Andrómaca ha tenido a bien el concedereme otro de los premios que voy a ir acumulando en mi vitrina virtual, que ya se va a caer bajo el peso de tanto galardón.



EL premio está dividido en dos partes:

1) Decir quién te lo ha otorgado. -hecho-

2) Comentar siete rarezas sobre ti:

a) No puedo tomar café en mi casa por la mañana, pero luego me tomo siete en el trabajo. Increíble pero cierto.

b) No puedo escuchar canciones que me traigan recuerdos. Tengo que obviarlos y, luego, recordar que ciertos temas significaron algo para mí.

c) No puedo llevar ropa de color claro. Directamente es que la odio: camisetas blancas, pantalones color crema....

d) No puedo escribir con lapicero. Lo odio, incluido el portaminas. Me acostumbré desde muy pequeño a trabajar con los bolígrafos, incluso para estudiar matemáticas.

e) NO me hacen gracia las películas de humor. Hay excepciones, pero no recuerdo haberme reído más que con Pulp Fiction.

f) Odio correr, aunque sean sólo 5 minutos, pero puedo estar andando sin parar horas y horas.

g) Soy ingeniero. ¿NO es por ello una rareza más? :P. Ah, bueno, y no me gusta tener demasiados trastos tecnológicamente avanzados....

Es que no se me ocurren más, la verdad. Soy un hombre demasiado normal como para sacarme más defectos o virtudes...

Y mis nominados son:

- Blog A
- Campanilla
- Maeglin
- Patata Piloto
- Zentolo

y no digo más porque tengo un calor de muerte, necesito un vaso de agua, y el mono llama a las puertas para que me fume el n-ésimo piti del día.

viernes, 12 de junio de 2009

She was made in heaven


En épocas en las que la sequía de ideas afectan al más pintado, incluido al que aquí escribe, mantener un blog como éste conlleva un esfuerzo. Y si hace el calor de estos días, más aún si cabe.

Por lo tanto, como no tengo mucho de lo que hablar, tiro de imágenes sugerentes.

De paso abro así un tema que ha dado mucho juego en otros blogs amigos: el asunto de las "finas y monas".

Como mi intención no es la de robarle la frase al amigo Maeglin, y como guiño a mis queridos Dire Straits y su temazo Expresso Love, aquí les dejo a una auténtica princesa gala que parece estar hecha y diseñada en el mismísimo cielo, si es que éste existe.

Melissa es su nombre, presentadora en la televisión francesa es su profesión y levantar suspiros lo lleva de oficio.



sábado, 6 de junio de 2009

Los reyes del rock




Fue complicado asistir desde un primer momento, pues la espectación era tal que conseguir entradas se convirtió en toda una aventura. Todos los medios y páginas disponibles para ver de nuevo a AC/DC parecían estar en nuestra contra, pues cuando no se caía una web, era la otra, o estaba colapsada.

Tras mucho penar con el ratón y el F5, saqué petroleo en forma de dos tickets para el paraiso. El Estadio Vicente Calderón nos acogería para ver, de nuevo, en España, a los que son hoy por hoy los auténticos reyes del rock: los australianos de AC/DC, con los hermanos Young a la cabeza y un saco de grandes éxitos imperecederos a sus espaldas.

El día comenzó pronto en los aledaños del Bernabeu, pues era necesario estar primero delante del templo del fútbol para luego poder hacer la comparativa pertinente. Nos tomamos unas cañas, aderezadas con un menú que estaba a precio de caviar, y tras degustar el cordero al chilindrón nos tomamos la correspondiente copa para desengrasar y encender motores para lo que nos esperaba.

El metro era un hervidero en el que se respiraba cierto ambiente conciertero, pero tras salir a la superficie pudimos comprobar la magnitud del evento que íbamos a presenciar. Las camisetas del grupo australiano y de otros grupos de similares características se daban cita en los alrederores del estadio. Y como uno no hizo los deberes a tiempo, tuve que agenciarme una por 10 euros que ahora tiene guardada en el armario para cuando sea la ocasión.

Ya todos dispuestos y habiendo bebido la suficiente cerveza para entrar a tono al estadio, que fue tarea ardua y compleja, hicimos acopio de tabaco y nos juntamos con la multitud para entrar en otro mundo.

Ese otro mundo comenzó a las 22:15 con Rock n' Roll train y acabó casi dos horas después con For those about to rock.

Dos horas de concierto ; dos horas de auténtico y genuino rock; dos horas de perfecta comunión entre los australianos y su entragado público. Para el recuerdo quedan sus clasicazos interpretados cual mandan los cánones rockeros. Pero, sobre todo, lo que queda para el recuerdo es ver moverse sobre el escenario al señor Angus, que debe tener todos los años del mundo, metidos en ese escuálido cuerpo que al mundo muestra en el inevitable streeptease conciertero, como si el mundo se fuese a acabar mañana.

Ese Let there be rock de 10 minutos de puro éxtasis nadie va a olvidarlo. Yo, al menos, no lo haré, y quedará grabado en mi memoria por siempre jamás.



Una vez dichosos y llenos de tantas sensaciones, nos fuimos tambaleando a sitios lejanos del estadio para poder seguir tomando algo de zumo de cebada, aunque con bastante menos ánimo con el que habíamos empezado.

Y es que toda nuestra fuerza acabó consumida a grito pelado entre el tumulto, las loas y parabienes de estos rudos australianos que esperemos nos puedan seguir dando alegrías muchos años más.



miércoles, 3 de junio de 2009

Don Arturo habla




MIEMBRAS Y CARNE DE MEMBRILLO

(Arturo Pérez Reverte)

A la ministra española de Igualdad y Fraternidad, Bibiana Aído, que pasará a los anales de la estupidez nacional por lo del miembro, la miembra y la carne de miembrillo, le han dado en las últimas semanas las suyas y las del pulpo, así que no quiero ensañarme. Podría, puesto a resumir en dos palabras, llamarla tonta o analfabeta. Supongo que, ateniéndonos a su estólida contumacia cuando fue llamada al orden por gente respetable y docta, a esa ministra podrían irle como un guante ambos epítetos. Pero no lo creo. Quiero decir que no tengo la impresión de que Bibiana Aído sea tonta ni analfabeta. Por lo menos, no del todo. O lo justo. Lo que pasa es que está muy mal acostumbrada.

Bibiana Aído, que es de Cádiz, procede de esa nueva casta política de feministas crecida en Andalucía a la sombra del régimen chavista; que así, dándoles cuartelillo, las tiene entretenidas y goteando agua de limón. Esas pavas, que han convertido una militancia respetable y necesaria en turbio modo de vida y medro, no tienen otra forma de justificar subvenciones y mandanga que rizar el rizo con piruetas cada vez más osadas, como en el circo. La lengua española, que en este país miserable ha resultado ser arma política útil en otros ámbitos, les viene chachi. Por eso están embarcadas en una carrera de despropósitos, empeñándose, cuatro iletradas como son, en que cuatrocientos millones de hispanohablantes modifiquen, a su gusto, un idioma donde cada palabra es fruto de una afinada depuración práctica que suele ser de siglos, para adaptarlo por la cara a sus necesidades coyunturales. A su negocio.

Lo que pasa es que, en el cenagal de la política española, cualquier cosa viene de perlas a quienes buscan votos de minorías que, sumadas, son rentables. Sale baratísimo. Sólo hay que destinar unas migajas de presupuesto y darle hilo a la cometa. Así andan las Bibianas de crecidas, campando a su aire en una especie de matonismo ultrafeminista de género y génera donde cualquiera que no trague recibe el sambenito de machista. Y así andamos todos, unos por cálculo interesado y otros por miedo al qué dirán. Los doctos se callan con frecuencia, y los ignorantes aplauden. Incluso hay quienes, después de cada nueva sandez, discuten el asunto en tertulias y columnas periodísticas, considerando con gravedad si procede decir piernas cuando se trata de extremidades en una mujer, y piernos cuando se trata de un hombre. Por ejemplo.

En todo esto, por supuesto, la Real Academia Española y las veintiuna academias hermanas de América y Filipinas son enemigo a batir. Según las feminatas ultras, las normas de uso que las academias fijan en el Diccionario son barreras sexistas que impiden la igualdad. Lo plantean como si una academia pudiera imponer tal o cual uso de una palabra, cuando lo que hace es recoger lo que la gente, equivocada o no, justa o no, machista o no, utiliza en su habla diaria. « La Academia va siempre por detrás», apuntan como señalando un defecto, sin comprender que la misión de los académicos es precisamente ésa: ir por detrás y no por delante, orientando sobre la norma de uso, y no imponiéndola. Voces cultas, y no sólo de académicos – Alfonso Guerra se unió a ellas hace poco –, han explicado de sobra que las innovaciones no corresponden a la RAE , sino a la sociedad de la que ésta es simple notario. En España la Academia no inventa palabras, ni les cambia el sentido. Observa, registra y cuenta a la sociedad cómo esa misma sociedad habla. Y cada cambio, pequeño o grande, termina siendo inventariado con minuciosidad notarial, dentro de lo posible, cuando lleva suficiente tiempo en uso y hay autoridades solventes que lo avalan y fijan en textos respetables y adecuados. De ahí a hacerse eco, por decreto, de cuanta ocurrencia salga por la boca de cualquier tonta de la pepitilla, media un abismo.

Así que tengo la obligación de advertir a mis primas que no se hagan ilusiones: con la Real Academia Española lo tienen crudo. Ahí no hay demagogia ni chantaje político que valga. Ni Franco lo consiguió en cuarenta años – y mira que ése mandaba –, ni las niñas capricho del buen rollito fashion lo van a conseguir ahora. En la RAE somos así de chulos. Y lo somos porque, desde su fundación hace trescientos años, esa institución es independiente del poder ejecutivo, del legislativo y del judicial. Su trabajo no depende de leyes, normas, jueguecitos o modas, sino de la realidad viva de una lengua extraordinaria, hermosa y potente que se autorregula a sí misma, desde hace muchos siglos, con ejemplar sabiduría. De forma colegiada o particular, a través de sus miembros – que no miembras –, siempre habrá en esa Docta Casa una voz que, con diplomacia o sin ella, recuerde que, en el Diccionario, la palabra idiotez se define como «hecho o dicho propio del idiota».

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O sea, resumiendo: que estoy al 100% con este señor, como casi siempre.

Qué grande es. Mi dios particular, podría decirse.

lunes, 1 de junio de 2009

Premios de Junio

El señor Maeglin ha tenido a bien el concederme dos premios que no merezco, pero que yo le agradezco de veras, pues sé que lo hace desde la camaradería más sincera, lo que no es tema baladí en los tiempos que corren, desde luego.

Premio Dardos

Este premio tiene como única regla el nominar a aquellos blogs que creas que se lo merecen.

Como siempre, yo sigo en mis trece, y uno de ellos va para La Patata, que es una chavala estupenda y se merece lo mejor. El otro va para la siempre genial, imaginativa y personalísima Eleonora. Y, por último, que no quiero llenar esto innecesariamente, a un señor que se ha ganado todos mis respetos desde su depurado uso del lenguaje y sus modales de caballero: el señor Zentolo.


Cosas que me alegran

Premio concedido por el mismo caballero, el señor Maeglin.

Y como ahora mismo no se me ocurre nada que me alegre, y mis neuronas están cortocircuitadas, amén de tener uno de esos días en los cuales hubiese sido mejor no levantarse de la cama, lo dejo desierto.

Que los premiados nos regalen sus experiencias felices, que seguro que tienen más fuste y motivos que las mías.

Enhorabuena a los agraciados y gracias por los presentes.