Otra de ídolos

Las gentes que me conocen saben a la perfección que tengo mi vena mitómana muy desarrollada. Realmente hay pocas cosas que me toquen la fibra, aunque cuando esto sucede -en cualquier aspecto- me entrego por completo y no puedo más que quitarme el sombrero y rendir pleitesía ante quienes han conseguido sacarme una sonrisa u otra sensación placentera.

Siempre he sentido debilidad por ciertas personas: las íntegras e irónicas. Y para rendirles un bonito homenaje en estas señaladas fiestas, mientras alguno se zampa una torrija o un plato de potaje, me fumo un pitillo y les muestro un par de retazos de dos referentes que tengo.

El primero, el grandísimo Antonio Gasset, azote de Dios, crítico hasta la médula y sin pelos en la lengua, ha dejado un hueco en televisión difícil de cubrir. Como se suele decir, siempre se van -o echan- a los mejores.



Y el segundo, conocido será por todos. El gran Gregory House, protagonista de la afamada serie americana "House M.D.". Podría extenderme en palabras para describir el personaje, pero quisiera resumir todo ello en una sola frase: yo de mayor quiero ser como él.

¿Por qué?. Aquí tienen la respuesta.



Ya iré hablando sobre más mitos vivientes -o no-, los cuales, por unos motivos u otros, son referentes para el que aquí les escribe.